miércoles, 18 de diciembre de 2013

Una fonda para gatos y unos vecinos molestos

"Se va a denunciar a aquellas personas que sigan dando de comer a los gatos en el jardín de este bloque de pisos. El que quiera un gato que se lo compre".

Este cartel amenazante adorna la puerta de acceso al jardín - más bien es césped con un par de palmeras - de un edificio sevillano. Es importante mencionar la ciudad porque puede ser recordada con los años como el lugar en el que empezó todo. Dónde empezó el desastre. Y me explico.

Este corte de suministros alimenticios no sería nada reseñable si no fuera porque hablamos de gatos. 

Conste que me parece una decisión muy desafortunada importunar a los gatos. Hay que desconfíar de los gatos. Los gatos son fríos, calculadores, perversos Son los Maquiavelo felinos. Son lo contrario que Ana Botella; son inteligentes y, por lo tanto, capaces de lo peor. Un gato no mira, sino que escrudriña, analiza, escruta. Y luego están las gatas. Un gato solo, que se siente acorralado y atacado es muy peligroso. Los vecinos de este bloque de pisos pretenden perjudicar severamente a no menos de 30 gatos que han asentado su campamento base en ese césped. 30 gatos que ya han normalizado su estancia allí. Creen que la comida nunca les faltará. Quién sabe lo que harían cuando empiecen a surgir los problemas. Quién sabe cuál será su reacción. ¿Han visto ustedes El planeta de los simios? Pues con gatos.

Su organización es casi perfecta, hay varios estamentos o castas. Gastas, mejor dicho. Por una parte, debajo de la terraza de los dos Bajos se encuentran instaladas las gatas con las crías. Llevan varios meses apostados en ese césped. Los gatos se han reproducido, se van incorporando algunos individuos arrabaleros. Los líderes se pasan el día tumbados en la base de lo que en su momento fue una palmera; confabulando. También hay gatos rasos, que vienen y van, callejean y vuelven. Ese césped es su fonda. Y luego hay un gato, que apenas se relaciona con el resto.Que va a lo suyo. Pinta de retarded tiene, desde luego.

 Quizá los vecinos teman que pronto los gatos les superen en número y les ataquen. Yo también lo creo. Pero si les quitan la comida atacarán antes y más violentamente. Y yo vivo cerca. Llevémonos bien con los gatos, por favor.

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