miércoles, 21 de noviembre de 2012

Bucle

Un día - puede que fuera miércoles - caminaba por la calle, ensimismado en mis pamplinas. Que son muchas y diversas.Mientras esperaba que un semáforo pasara del rojo al verde, reparé en la pared que se encontraba a mi espalda. Muchos anuncios y publicidades se daban de codazos. Me fijé en uno. Decía lo siguiente:

Vendo lavavajiyas en buen estado.

Justo debajo figuraba un número de teléfono para los interesados. Esbocé una mueca de sonrisa al leer la falta de ortografía y seguí mi camino. Mejor dicho,seguí caminando. El semáforo se puso en verde.

A los cuatro días -ni uno más, ni uno menos -, volví a esperar en la misma calle. Mismo semáforo. Misma pared. ¿Mismo anuncio? A decir verdad, un individuo estaba inclinado hacia el trozo de papel, bolígrafo en mano.Tras una operación que duró unos 10-15 segundos, se echó hacia atrás para comprobar su obra y se fue ufano. Me acerqué y comprobé que se habían realizado modificaciones. La "y" había sido reemplazada por una "ll". Pero el retoque no quedó ahí. También tachó la segunda "v" para colocar chapuceramente una "b".

Y esta anécdota, queridos amigos, me parece una de las metáforas más explicativas de la política española.

2 comentarios:

  1. Muy grande esta entrada.

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  2. Quizás fuera un lava-bajillas, utensilio que de manera automática deja como los chorros del oro a las mujeres de escasa estatura. (Cristóbal).

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